Tengo apróximadamente 22 días de viaje y la mayor parte del tiempo me la he pasado aquí en vallarta, llegamos aproximadamente el día 8 de enero, y desde entonces no nos hemos movido, estamos alojados en la casa del Tío Óscar, el Tío Óscar es tio de mi compañero de viaje "Durak", que nos ha abierto las puertas de su casa, su refrigerador y hasta las llaves de Lancer negro; un carro deportivo qué para mi incomodidad Durak me ha demostrado puede correr muy rápido.
La familia se hizo más grande hace pocos días, tenemos un nuevo integrante que estará viajando con nosotros por mazatlan y los cabos, el es un un amigo de CDMX que toca guitarra, conocía previamente a Durak, así que la misión mientras estamos aquí es conseguir un cajón peruano, sólo es cuestión de tener paciencia y esperar a que el universo nos encuentre trabajando para poder conseguirlo.
Siento que es una buena época para estar aquí, aunque hace frío no creo que haga tanto como en otras partes, así que es muy agradable y aunque estuve enfermo la mayor parte de la semana no he estado tan mal como para no ir a trabajar o para no disfrutar todos los días de una rica chelita con clamato en la playa.
Todos los días me levanto y trato de aprender alguna canción nueva, o repasar alguna escala nueva por dos razones, la primera es por que el dia de hoy disfruto más que nunca el hacer música y el poco a poco ir encontrando mi lenguaje y mis frases dentro de este maravilloso mundo músical; aunque si he de ser sincero ese es un sentimiento que se renueva todos los días. La segunda razón es por que entiendo que la música es aquello que me va a ir abriendo las puertas a dondé quiera que valla durante este viaje, y el hecho de aprender una canción significa que a lo mejor en algun punto del mundo, en algún punto del futuro le puedo hacer más lindo el día a alguien.
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